Pero después de pensarlo un poco he llegado a la conclusión, que por muy pequeño que sea el portátil, no deja de ser un “pequeño” muerto, con su correspondiente mochila-bolsa-maletín, en la que nunca deberás olvidar el cargador. Además, tampoco hay que olvidar, que este tipo de equipos, no son precisamente baratos. Alguno de mis candidatos eran el Sony Vaio VGC-TX1 o incluso un Powerbook de 12”.
Por estos motivos he decidido volver al mundo de las Pdas, que aunque tampoco están libres de limitaciones (pequeña pantalla, entrada de datos, sistema operativo, baja capacidad de proceso...), son dispositivos realmente portátiles, que permiten un elevado grado de conectividad y con un precio contenido. Además me he regalado un teclado Bluetooth, que ayuda bastante cuando decido ponerme a escribir.
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